La franquicia no es en sí misma un negocio, sino una manera de hacer negocios. Un franquiciador es alguien que ha logrado un sistema de éxito probado a través de su modelo de negocio y su marca, y ha decidido replicar ese sistema mediante la franquicia.
Un franquiciado es alguien que ha visto ese éxito y desea operar un negocio bajo la marca, los sistemas y los procedimientos estipulados por el franquiciador. Un contrato de franquicia es el acuerdo entre estas partes que establece los términos y condiciones de su relación comercial.
El sector australiano de la franquicia está regulado por el Código de Conducta de la Franquicia (Código). El Código presenta la definición legal que se le da un “Acuerdo de Franquicia”. Hay cuatro elementos que deben estar presentes para que un acuerdo sea un “Acuerdo de Franquicia”:
- existe un acuerdo escrito, oral o implícito; y
- una persona concede a otra el derecho a llevar a cabo un negocio de oferta, suministro o distribución de bienes o servicios en Australia bajo un sistema o plan de marketing sustancialmente determinado, controlado o sugerido por el franquiciador; y
- bajo el cual la operación del negocio estará sustancialmente o materialmente asociada con una marca, publicidad o un símbolo comercial que sea propiedad del franquiciador, utilizado o licenciado por él o especificado por el franquiciador; y
- en virtud de los cuales, antes de iniciar o continuar el negocio, el franquiciado debe pagar o aceptar pagar al franquiciador un canon.
A modo de ejemplo, este canon puede incluir una inversión de capital inicial, el pago de bienes o servicios, o un canon, pero excluye todos aquellos pagos por bienes o servicios suministrados sobre una base genuinamente mayorista o el reembolso de un préstamo.
No importa cómo lo llamen las partes ni qué nombre aparezca en el acuerdo; si cumple los cuatro criterios, será un Acuerdo de Franquicia.
Como dice el refrán, si parece un pato, camina como un pato y grazna como un pato, entonces probablemente sea un pato. El mismo razonamiento de considerar el fondo sobre la forma puede aplicarse a si un acuerdo comercial constituye un contrato de Franquicia.
Cómo afecta el código de conducta de la franquicia a los franquiciados
La conducta de franquiciadores y franquiciados entre sí está regulada por el Código. El Código puede encontrarse en la página web de la Comisión Australiana de Competencia y Consumo (ACCC). La ACCC vigila activamente y hace cumplir el Código.
El Código regula muchas obligaciones y procedimientos que deben seguirse y a los que no se puede renunciar. Algunos de ellos son los siguientes
- El franquiciador debe mantener un documento de divulgación que contenga información sobre su sistema de franquicia.
Debe tener el formato prescrito y actualizarse anualmente (con algunas excepciones) e incluir detalles sobre los franquiciados actuales y anteriores, todos los costes en los que un franquiciado puede esperar incurrir durante el curso de la franquicia y ciertos litigios en los que el franquiciador y sus funcionarios han estado involucrados.
- Un Documento de Divulgación actual debe ser entregado a un posible franquiciado junto con una copia del Acuerdo de Franquicia propuesto y el Código al menos catorce días antes de que el franquiciado celebre un Acuerdo de Franquicia.
Este período permite a los futuros franquiciados tener tiempo para hacer sus propias investigaciones independientes sobre si la franquicia es la opción correcta para ellos.
- Los franquiciados tienen un periodo de reflexión de siete días después de firmar un acuerdo de franquicia o de realizar un pago no reembolsable al franquiciador, excepto en las renovaciones, variaciones o traspasos de negocios existentes.
Los franquiciados que cambien de opinión en el último momento pueden aprovechar el período de reflexión, pero tendrán que compensar al franquiciador por algunos de los costes razonables revelados por éste.
- Antes de celebrar un contrato de franquicia, el franquiciado debe entregar al franquiciador una declaración sobre si ha recibido o no asesoramiento jurídico, contable y empresarial independiente. No es obligatorio que el franquiciado obtenga este asesoramiento, pero sí debe comunicar al franquiciador si lo obtuvo o no.
- Existen normas que regulan la forma en que un franquiciador puede gestionar un fondo de marketing o publicidad para el sistema de franquicia al que contribuyen los franquiciados. Los franquiciadores deben ser transparentes en cuanto a los gastos para los que utilizan este fondo y proporcionar a los franquiciados estados de cuenta anuales si existe dicho fondo.